¿Qué sucede cuando la teoría salta del tablero a una planta en plena operación? Precisamente eso experimentaron los estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Santiago de Cali durante su visita académica a la Harinera del Valle del Cauca, donde observaron de primera mano cómo late el corazón productivo de una de las compañías más influyentes del sector alimentario regional. Una jornada intensa, técnica y estratégica que llevó el aprendizaje a un escenario real.
Desde el ingreso, el grupo se encontró con un entorno industrial en plena marcha. Molienda, refinamiento, empaque, controles de calidad, sostenibilidad operativa y seguridad industrial: cada etapa del recorrido se convirtió en una oportunidad para analizar procesos, identificar mejoras y comprender cómo se gestiona una cadena productiva de alto volumen.
La agenda incluyó una bienvenida corporativa, recorrido guiado por las áreas operativas y un espacio de diálogo con profesionales del sector, quienes compartieron retos actuales y realidades del mercado. En este intercambio, los estudiantes comprendieron cómo conceptos como mejora continua, logística integral y gestión de inventarios se convierten en decisiones clave dentro de una industria que no puede detenerse.
El cierre estuvo marcado por una conversación abierta donde los participantes reconocieron la importancia de la innovación tecnológica como motor de eficiencia y competitividad. Un ejercicio que fortaleció conocimientos técnicos mientras impulsaba una comprensión más amplia sobre las capacidades profesionales que demanda el sector productivo actual.
Esta salida industrial se alinea con el compromiso de la Universidad Santiago de Cali de formar profesionales con criterio, capacidad analítica y vocación de impacto, a través de experiencias que conectan la academia con la industria. Además, fortalece la relación con el sector empresarial y reafirma la apuesta institucional por impulsar el desarrollo sostenible de la región.
Formarse en ingeniería no es solo estudiar procesos. Es vivirlos. Y esta experiencia lo demostró.
Datos
- Las visitas industriales permiten a los estudiantes ver cómo se aplican en la práctica los conceptos teóricos, lo que mejora la comprensión y la retención del conocimiento.
- A través de estas experiencias, los estudiantes desarrollan habilidades no técnicas (soft skills) como comunicación, trabajo en equipo y pensamiento crítico, además de recibir oportunidades de networking con profesionales de la industria, lo que puede aumentar su empleabilidad.
Elaboró,
Laura Rodríguez, Unidad de Comunicación.