
Un equipo multidisciplinario de investigadores, entre los que se encuentra el biólogo paleontólogo y docente investigador del grupo de investigación ECOBIO de la Universidad Santiago de Cali, Jonathan Pelegrín Ramírez, ha realizado un descubrimiento en el desierto de la Tatacoa, Colombia: los restos fósiles de una imponente ave prehistórica, clasificada dentro de la familia de las Phorusrhacidae, comúnmente conocidas como las “aves del terror”.
El fósil, identificado como un extremo distal del tibiotarso izquierdo —un hueso fundamental de la pata—, fue encontrado en la superficie del terreno por César Perdomo, líder del Museo Comunitario de Paleontología La Tormenta. Su ubicación estuvo asociada a un estrato geológico de la Formación La Victoria y permitió a los científicos establecer que el ave del terror vivió en el ecosistema tropical de La Venta (hoy Desierto de la Tatacoa) hace 13 millones de años.
Con una altura estimada de 2.5 metros y un peso aproximado de 156 kilogramos, esta “ave del terror” se convierte en la más grande registrada hasta la fecha, rivalizando en tamaño y ferocidad con los depredadores dominantes de aquel entonces, como caimanes gigantes y mamíferos carnívoros de mediano tamaño.
“Este hallazgo amplía nuestro conocimiento sobre la distribución geográfica de este grupo de aves y refuerza la idea de que las aves del terror de la subfamilia Phorusrhacinae estaban ampliamente extendidas por América del Sur, desde Argentina hasta Colombia”, destacó Pelegrín.
El análisis del fósil fue posible gracias a la colaboración de expertos como Federico Degrange, paleontólogo argentino reconocido por sus estudios sobre aves del terror en este país, y Siobhan Brighid Cooke, investigadora de la Universidad Johns Hopkins. También participaron investigadores colombianos de la Universidad de los Andes, Andrés Link y Luis Gonzalo Ortiz, quienes realizaron un detallado análisis geológico del área y los restos, lo que permitió situar el fósil dentro de la unidad Chunchullo Beds, consolidando su relevancia científica. Finalmente, la investigación también contó con el apoyo de Rodolfo Salas, reconocido paleontólogo peruano, quien resaltó la relevancia inicial del hallazgo.
“Este descubrimiento proporciona nueva información sobre los patrones de adaptación y diversificación de estas aves durante eventos climáticos y geológicos críticos acaecidos en Suramérica. Además, sugiere que Colombia podría haber sido un punto de tránsito clave para la expansión de estos linajes hacia América del Norte a través del Istmo de Panamá” Afirmo Pelegrín.
Actualmente, Pelegrín lidera el análisis de otros fósiles de aves de la misma época, lo que podría ampliar aún más nuestro conocimiento sobre la biodiversidad de aves prehistóricas en la región. Los resultados preliminares ya fueron presentados en el Congreso Colombiano de Paleontología y se espera que sean publicados en una revista científica en 2025.
“El desierto de la Tatacoa es un tesoro paleontológico que apenas comienza a revelar su potencial”, explicó Pelegrín. Declarado Patrimonio Geológico de la Humanidad por la UNESCO, este sitio ofrece una rica oportunidad para vincular la paleontología con la educación y la divulgación científica.
Este descubrimiento subraya la importancia del trabajo comunitario y científico en Colombia, demostrando que el país tiene mucho que ofrecer al mundo en términos de investigación paleontológica. Como concluye Pelegrín, “la paleontología no solo nos ayuda a entender la historia de la biodiversidad, sino que también inspira a futuras generaciones a valorar y proteger nuestro patrimonio natural”.
El dato:
El trabajo de Degrange et al. (2024) presenta el descubrimiento de un “ave del terror” de tamaño gigantesco (Cariamiformes, Phorusrhacidae) en los entornos tropicales del Mioceno medio de La Venta, en el norte de América del Sur. Este hallazgo ofrece información valiosa sobre la fauna extinta de la región y sugiere que estos predadores aviares ocuparon un nicho ecológico significativo en los ecosistemas del pasado. El artículo destaca el contexto paleoambiental y la importancia de La Venta como uno de los yacimientos paleontológicos más relevantes en la historia evolutiva de Sudamérica.
Referencia: Degrange, F.J., Cooke, S.B., Ortiz-Pabon, L.G., Pelegrin, J.S., Perdomo, C.A., Salas-Gismondi, R., & Link, A. (2024). A gigantic new terror bird (Cariamiformes, Phorusrhacidae) from Middle Miocene tropical environments of La Venta in northern South America. Papers in Palaeontology, 10, e1601.
Elaboró,
Área de Prensa, Unidad de Comunicación USC.