La tarde del 23 de noviembre quedó grabada en la memoria de cientos de familias que, entre risas, asombro y ojos brillantes, vivieron una de las jornadas más encantadoras del año en la Arena USC Carlos Andrés Pérez Galindo. El musical “El Mundo de la Fantasía” convirtió el recinto en un verdadero universo de imaginación, dando vida a personajes que parecían salir directamente del corazón de la infancia y conectando generaciones bajo un mismo hechizo de música, color y emoción.
Desde el ingreso del público, la Arena USC —celebrada por su infraestructura moderna, su acústica impecable y su ambiente cómodo y seguro— se transformó en un portal donde la realidad dio un paso al costado. Las dos funciones, a las 2:00 p.m. y 5:00 p.m., reunieron a familias completas que encontraron en este escenario el espacio ideal para disfrutar sin prisas: aire acondicionado, sonido envolvente, butacas tipo cine y zonas amplias de circulación que hicieron que la experiencia fuera tan agradable como emocionante.
A medida que las luces se atenuaban y la primera melodía surgía entre los parlantes, más de 32 artistas irrumpieron en escena para desplegar un espectáculo de gran formato que, a lo largo de los años, ha conquistado al público en diferentes ciudades del país. Con vestuarios deslumbrantes, coreografías precisas y efectos especiales que parecían sacados de un cuento, cada escena elevó la energía del público, cuyos aplausos marcaron el ritmo de la tarde.
El encanto del musical radicó en su capacidad de unir mundos y épocas: princesas y hadas, juguetes que cobraban vida, superhéroes valientes, animales parlantes y hasta villanos entrañables hicieron parte de un desfile de emociones que logró que tanto niños como adultos se sintieran protagonistas de un mismo universo compartido. Cada personaje despertó recuerdos, alimentó la imaginación y devolvió a muchos espectadores a esa etapa donde lo imposible parecía cotidiano.
Además, el montaje se destacó por su calidad artística y por el mensaje profundo que tejió a lo largo de cada número: la importancia de la amistad, la empatía, la valentía y el amor propio. Entre canciones y risas, el público descubrió que la fantasía también puede ser una herramienta para cultivar valores y fortalecer vínculos familiares.
Durante el show, los niños fueron parte activa de la historia: cantaron, se levantaron a aplaudir, siguieron a los personajes y dejaron que la magia los guiara sin reservas. Y los adultos —quizá sin esperarlo— revivieron escenas de su propia infancia, encontrando en cada melodía un recuerdo, en cada gesto un eco de tiempos felices, y en cada momento la certeza de que la imaginación sigue siendo un lenguaje universal.
“El Mundo de la Fantasía” demostró nuevamente por qué es considerado uno de los espectáculos familiares más importantes del país: su puesta en escena de estándar internacional, su narrativa conmovedora y su capacidad para reunir a generaciones en un mismo latido lo convierten en mucho más que un show. Es un regalo emocional, un recordatorio de que la magia existe y que los momentos compartidos se convierten en recuerdos que trascienden el tiempo.
Así, el 23 de noviembre la Arena USC no solo fue un escenario; fue un puente entre mundos, un refugio para la imaginación y el lugar donde niños y adultos soñaron despiertos. Una tarde que, sin duda, permanecerá en el corazón de quienes la vivieron.
Elaboró,
Laura Rodríguez, Unidad de Comunicación.