¡Las zarigüeyas también son santiaguinas! 

Si un día, caminando por los árboles, pasillos o zonas verdes del campus, ves una figura peludita con cara curiosa y cola larga… ¡no te asustes! Probablemente te acabas de cruzar con una zarigüeya (Didelphis marsupialis), una de nuestras vecinas más especiales. 

Sí, leíste bien: en la USC no solo hay estudiantes y profesores, también habita el único marsupial de Latinoamérica, y tiene muy buenas razones para estar aquí. 

¿Qué hacen aquí? 

La USC está en un punto clave: un corredor ecológico lleno de vida que conecta los Farallones de Cali con ríos como el Meléndez y el Cañaveralejo. Por eso, es normal ver animales silvestres pasando por nuestro campus. 

En los últimos años, las zarigüeyas han aparecido con más frecuencia por razones como: 

  • La pérdida de su hábitat natural en zonas cercanas. 
  • Cambios en el clima que las empujan a buscar refugio. 
  • Escasez de comida o presencia de depredadores. 

¿Y son peligrosas? 

¡Para nada! Las zarigüeyas no son agresivas, ni atacan, ni traen enfermedades. De hecho, son tímidas, tranquilas y muy importantes para el equilibrio del ecosistema. Se alimentan de insectos, frutas y restos orgánicos, ayudando a controlar plagas y a mantener limpio el entorno. 

Estas son algunas razones por las que su presencia en el campus no debería alarmarnos, sino motivarnos a cuidarlas: 

  • Son el único marsupial de América Latina y cumplen funciones ecológicas vitales. Las zarigüeyas pertenecen a un grupo muy especial de mamíferos que cargan a sus crías en una bolsa, como los canguros. Pero además de ser únicas, son muy útiles para el equilibrio del ecosistema: se alimentan de insectos, roedores, frutas y pequeños animales, ayudando a controlar plagas y a dispersar semillas. Esto las convierte en aliadas silenciosas del medio ambiente. 
  • No son agresivas ni peligrosas para los humanos. A pesar de su apariencia inusual y su fama injustificada, las zarigüeyas no atacan a las personas. Son animales solitarios, de hábitos nocturnos y bastante tranquilos. De hecho, si se sienten amenazadas, es común que se hagan las muertas como mecanismo de defensa. No representan un riesgo para la comunidad universitaria si se las deja tranquilas. 
  • Verlas es una oportunidad para aprender y actuar con conciencia ambiental. Su presencia no es una molestia: es una señal de que aún compartimos el entorno con especies nativas. Esto debería motivarnos a proteger los ecosistemas que las rodean y a cuidarlas como parte del patrimonio natural del campus. 

La comunidad universitaria suele reaccionar con sorpresa, curiosidad e incluso simpatía cuando se encuentra con una. Pero más allá del asombro, es importante actuar con responsabilidad. 

¿Qué hago si veo una en el campus? 

Muy fácil. No te acerques ni intentes tocarla. Sigue estas indicaciones: 

  • Informa inmediatamente al Área Ambiental de la USC al teléfono (602) 5183000, extensión 735. Informa en qué parte la viste. 
  • No interfieras con su comportamiento. Si está descansando o comiendo, simplemente observa con distancia y respeto. No la alimentes ni le tomes fotos con flash. 
  • Evita dejar residuos fuera de los puntos ecológicos. La basura mal manejada puede atraerlas a lugares peligrosos y afectar su salud. 
  • Ten precaución al conducir o transitar por el campus, especialmente en moto o carro. Las zarigüeyas se desplazan por tierra y podrían cruzar sin advertencia. 

¡Tú también puedes ser un guardián ambiental! 

Aporta al cuidado de la fauna y flora que nos rodea, comparte esta información con tus compañeros, evita prácticas que pongan en riesgo a los animales silvestres y propone ideas para mejorar la convivencia. 

¿Tienes ideas o propuestas para proteger a los animales de la USC? Escríbenos a: ambiental@usc.edu.co 

Datos:

Elaboró, 
Unidad de Comunicación USC. 

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