La Universidad Santiago de Cali volvió a vibrar con la fuerza de los grandes momentos. Durante los días 25 y 26 de noviembre, la Arena USC se transformaron en escenarios de emoción pura, donde cada aplauso, cada abrazo y cada lágrima contaban la historia de un sueño cumplido. La comunidad santiaguina celebró la graduación de profesionales de todas las facultades, en dos jornadas que recordaron por qué los grados son uno de los hitos más poderosos de la vida universitaria.
Las familias, orgullosas y con el corazón acelerado, ocuparon cada rincón de la Arena USC. Allí, con celulares en alto y sonrisas que no disimulaban el orgullo, presenciaron el cierre de un capítulo que nació años atrás con sacrificios, madrugadas, dudas, metas y una convicción que nunca se apagó. Cada nombre anunciado movía fibras; cada paso hacia el escenario se sentía como un triunfo colectivo.
En medio de estas emociones, la USC celebró con especial entusiasmo la entrega de cinco doctorados: cuatro en Derecho y uno en Educación. Momentos cargados de solemnidad y admiración que reflejaron el avance estratégico de la institución en el fortalecimiento de la investigación, la formación de alto nivel y la producción de conocimiento con impacto real. Estos nuevos doctores amplían la ruta hacia una universidad más robusta, global y orientada a los desafíos del futuro.
En su intervención, el rector, el Dr. Carlos Andrés Pérez Galindo, compartió un mensaje que evocó el sello institucional que caracteriza a la USC. “Nuestros graduados no solo representan la excelencia académica de la Universidad Santiago de Cali, también son la prueba viva de que el conocimiento transforma vidas y territorios. Hoy llevan consigo la responsabilidad y el privilegio de aportar al desarrollo de la sociedad con ética, liderazgo y visión de futuro.”
Las palabras resonaron con fuerza entre los asistentes, consolidando la esencia del orgullo santiaguino: una comunidad que cree en la educación como motor de cambio y en el talento propio como la mejor apuesta para construir un futuro sostenible, justo e innovador.
Durante ambos días, la ceremonia se sintió como un gran abrazo colectivo. Los graduandos celebraron con compañeros que se convirtieron en familia, con profesores que marcaron sus trayectorias y con seres queridos que sostuvieron su camino desde el inicio. Entre risas, lágrimas y fotos que inmortalizaron el instante, quedó claro que estos grados marcaron un logro personal y el nacimiento de nuevas historias para transformar el territorio.
La Universidad Santiago de Cali cerró estas jornadas con la satisfacción de ver partir a una generación que lleva el sello santiaguino, lista para liderar, innovar y seguir demostrando que la educación transforma vidas.
Elaboró,
Laura Rodríguez, Unidad de Comunicación.