Cali canta a todo pulmón con Hombres a la Plancha 

El viernes 10 de octubre, la Arena USC vibró con la fuerza y el magnetismo de Hombres a la Plancha, un espectáculo que trasciende la idea de cantar éxitos para transformarlos en una experiencia viva, donde cada nota despierta emociones, cada coro une voces y cada gesto en el escenario se convierte en un puente entre artistas y público. Desde que las luces bajaron y los primeros acordes rompieron el silencio, quedó claro que aquello era mucho más que un concierto: era una fiesta de sentimientos compartidos, un viaje nostálgico y vibrante por las melodías que han marcado a toda una generación. 

Conformado para esta séptima temporada por Marcelo Cezán, Juan Se Quintero, Mario Lora, Junior Cuesta y César Amaya, el elenco desplegó una energía arrolladora. Cada uno de ellos con sus propias huellas artísticas —actores, cantantes, concursantes reconocidos en programas televisivos— supo aportar su estilo, pero compartieron la magia de bajarse del escenario para meterse entre el público, estrechar manos, susurrar versos… y empujar la noche hacia una complicidad festiva. Fue común ver espectadores alzando sus celulares, pero también brazos y gargantas unidas, mientras las voces del escenario se fundían con el coro caleño. 

Este montaje teatral-musical, que llega bajo el título “Hombres a la Plancha – Evolución”, ya ha sido catalogado como un fenómeno cultural en Colombia. Con más de 500.000 espectadores durante sus temporadas anteriores, el show ha dado pasos audaces al renovarse sin perder su esencia. En su apuesta actual, recorre desde los años 50 hasta los 2000, reinventando clásicos del amor y el desamor con arreglos frescos, escenografía envolvente y vestuarios que rinden homenaje a cada década. 

Las redes sociales y los comentarios posteriores al show en Cali no fueron la excepción: mensajes de gratitud, fotografías emocionadas y reseñas como “¡qué noche tan espectacular!” o “no quería que terminara” inundaron los muros digitales. 

Y es que esa noche en Cali, cada canción se sintió como un reencuentro íntimo con el propio pasado. Desde baladas que recordaban amores de adolescencia hasta himnos románticos que aún siguen provocando nudos en la garganta, el repertorio pareció diseñado para excavar en la memoria colectiva. Hubo momentos en que el público se levantó de sus asientos y, casi espontáneamente, formó una ola de emoción, mientras las luces jugaban con siluetas danzantes y la música rondaba entre lo íntimo y lo grandioso. 

La Arena USCcon su capacidad para albergar a miles— quedó convertida en un templo de complicidad. Esa comunión entre artistas y asistentes fue palpable: no eran meros espectadores, eran corresponsales de la emoción. En más de una ocasión, los miembros del elenco conversaron con quienes los rodeaban: dedicaron canciones a parejas en los asientos, preguntaron nombres, lanzaron guiños al público… y en cada intervención se percibía la picardía característica del proyecto, ese toque de humor y cercanía que siempre distingue a Hombres a la Plancha. 

Si alguien pensaba que ya no quedaban sorpresas para el formato “plancha”, esta noche en Cali demostró lo contrario: “Evolución” es palabra justa. Hombres a la Plancha sigue renovándose, pero no olvida su compromiso original: enamorar, emocionar, unir generaciones. Y este viernes lo consiguió con creces. 

Para la Universidad Santiago de Cali, fue más que un evento: fue una cita con la memoria, una oportunidad de cantar “a todo pulmón”, una lección de cómo la música bien puesta puede lograr que lo personal se vuelva colectivo. Y quienes asistimos lo sabemos: esa noche, la plancha brilló más fuerte que nunca. 

 

Elaboró, 
Laura Rodríguez, Unidad de Comunicación. 

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