La formación se piensa en términos de competencias para generar y aplicar conocimientos en un contexto ético humanístico y social, con formación investigativa y enfoque prospectivo. En las últimas décadas se han presenciado importantes y permanentes cambios de los propósitos pedagógicos y sociales.

Las acciones educativas abarcan todo el sistema de enseñanza aprendizaje, el desarrollo de las potencialidades valorativas, comunicativas y creativas del pensamiento, así como la relación con los contenidos de aprendizaje y la inclusión explícita de procedimientos en términos de un saber hacer orientado a la resolución de problemas.

La meta es potenciar la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades y orientar la estrategia de la enseñanza hacia un contacto temprano con la comunidad para entenderla y servirla. Por otro lado, no se puede concebir una atención integral en salud sin tener en cuenta las necesidades de salud mental de la persona.

La idea central es formar un Médico con capacidad resolutiva y de desempeño en el contexto regional y nacional con una actitud crítica positiva para participar en la aplicación y desarrollo del sistema de salud a fin de lograr mayor impacto en la comunidad.

En coherencia con lo anterior, los propósitos de formación del Programa de Medicina se orienta a:

• Formar un profesional acorde con la problemática de salud del país para actuar con actitud humana y ética.
• Ajustar la educación médica a las condiciones cambiantes del sistema de salud, un médico con capacidad para adaptarse al cambio que es la constante de la sociedad del siglo XXI.
• Fortalecer las competencias en comunicación, lenguaje y las habilidades clínicas para interpretar e intervenir con capacidad resolutiva las necesidades en salud del individuo, la familia y la comunidad en los niveles baja, mediana y alta complejidad de atención.
• Implementar procesos de fortalecimiento de la medicina familiar y la salud comunitaria para permitir al estudiante un contacto temprano, gradual y continuo con los principios universales y las modalidades de práctica de estas disciplinas.
• Integrar el conocimiento biológico y psicosocial en la atención de los procesos salud-enfermedad y de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
• Estrechar la relación entre la incorporación tecnológica y el criterio médico de calidad en un contexto de relevancia social.
• Crear conciencia del desarrollo sostenible y la preservación del ecosistema como garantía de salud para todos. Teniendo en cuenta que toda área del conocimiento médico implica la comprensión de la estructura y funcionalidad del órgano o sistema, es fundamental no limitar el estudio de estas ciencias el aprendizaje integrado en unidades organizadas de acuerdo con la fase del conocimiento del estudiante. Se trata de dar sólidos pasos en el logro de la necesaria vinculación básico-clínica en el sentido longitudinal de la carrera que permita en los primeros niveles de formación, un alto nivel académico de dichas ciencias que en la medida que se progresa a niveles más complejos en la formación del estudiante, el componente de ciencias básicas estructurales y funcionales vaya disminuyendo a expensas del incremento paulatino del componente de las ciencias clínicas.